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Crimen en México: hombre mató a su esposa luego comió su cerebro y usó su cráneo como cenicero

  • Lunes 10 de julio de 2023
  • 16:32 hrs

El hombre cometió el crimen el 29 de junio, pero le avisó a la familia de la víctima recién el 1 de julio. “La maté, la corté en pedazos y la tiré a la quebrada en bolsas. Ella no sufrió”, le contó el victimario a una de sus hijastras por teléfono.

Un macabro femicidio quedó al descubierto el pasado jueves en el estado de Puebla, en México. Se trata de un hombre que mató a su esposa, se comió su cerebro y usó su cráneo como cenicero.

Las autoridades mexicanas identificaron al sujeto como “Álvaro”, apodado como “El caníbal de la Resurrección” debido al brutal asesinato que cometió contra su pareja María Montserrat Ánimas Montiel, de 38 años y madre de cinco hijas.

El hombre cometió el crimen el 29 de junio, pero la familia de la víctima descubrió el crimen recién el 1 de julio cuando se encontró con el ahora apodado “Caníbal de La Resurrección” y la macabra escena.

Según las declaraciones de los familiares ante los medios locales, el hombre confesó con tranquilidad que había matado a su parejaporque el diablo le había dicho que la matara y la desmembrara”. También reconoció que se había comido su cerebro con tacos porque tenía hambre.

El victimario fue arrestado el 2 de julio en la casa donde vivía con Ánimas Montiel, quien tenía cinco hijas de entre 12 y 23 años. Solo las menores vivían con la pareja.

Según detalló María Alicia, madre de la víctima, Álvaro llamó a una de las hijastras mayores para contarle lo que había hecho. “La maté, la corté en pedazos y la tiré a la quebrada en bolsas. Ella no sufrió”, le reveló.

La madre de la víctima también denunció que las hijas menores habían sido víctimas de violencia y acoso sexual por parte de Álvaro. “Él las espiaba mientras se bañaban y mi hija, por amor, siempre se puso del lado de él", contó la mujer al diario Debate.

Cuando fue interrogado por las autoridades, Álvaro dijo que la Santa Muerte y el diablo le habían ordenado asesinar a la mujer con quien había contraído matrimonio hace un año. Después, la descuartizó y echó los restos en bolsas de plástico. Tiró algunos en un barranco y otros los guardó en su vivienda.

En casa del sujeto se encontró cuchillos, machetes y un martillo, utensilios con los que se habría ejecutado el delito.

Además de drogas y alcohol, las autoridades hallaron un trozo de cráneo de la mujer que el hombre ocupó como cenicero, un altar usado para practicar santería y bolsas de basura con restos de su esposa.